DELICIA DE TRES CHOCOLATES

Lo primero que debemos hacer es la base. Para ello debemos moler las galletas con la batidora. Es importante molerlas bien para conseguir una buena base para nuestra tarta de tres chocolates.

Una vez que tenemos bien molidas las galletas, las juntamos con la mantequilla hasta que consigamos una masa uniforme con la que cubriremos un molde desmontable. Esta será la base de nuestra tarta de tres chocolates. Yo he utilizado un molde de unos 25 centímetros de diámetro.

 A continuación ponemos la leche en un vaso y le añadimos los sobres de cuajada. Es importante remover bien la mezcla y evitar los grumos. Paulatinamente vamos añadiendo la nata. Toda esta mezcla la debemos dividir en tres partes iguales por lo que os recomiendo utilizar un vaso medidor.

 Comenzamos ahora con los chocolates. Yo empiezo por el chocolate negro pero podéis seguir el orden que queráis. Para derretir el chocolate negro, basta con ponerlo en un cazo. Le añades el azúcar, la leche y un tercio de la mezcla líquida que hemos reservado anteriormente. Remueve hasta que el chocolate quede completamente deshecho y retirarlo antes de que llegue a hervir. Déjalo enfriar y viértelo en el molde cuando esté frío pero aún esté líquido. A continuación, mete el molde con la base y el chcolate negro al congelacdor durante unos 20 minutos, hasta que se endurezca y quede sólido.

Al cuarto de hora de haber metido el molde al congelador comienza con el chocolate con leche. El proceso de elaboración es similar al del chocolate negro pero con menos azúcar.

 Paso 6

 Saca de congelador la base con el chocolate negro y ralla la superficie con un tenedor para que la siguiente capa de nuestra tarta, la elaborada con el chocolate con leche agarre. Es importante que las capas de chocolate se integren entre sí y, para ello, es necesario rallarlas porque si no quedarían muy lisas y al desmoldar la tarta, esta podría deshacerse.

 Un consejo a la hora de verter las otras dos capas de chocolate. Utiliza una cuchara vuelta del revés para evitar que nuestra tarta se rompa. La cuchara actuará a modo de dispensador y evitaremos que nuestra tarta se malogre. La última capa, la de chocolate blanco, la haremos igual que el resto pero sin azúcar  porque si no, quedará excesivamente dulce.

Ya tenemos las tres capas de chocolate en nuestro molde. Una vez llegados a este punto, metemos nuestra tarta a la nevera. Es mejor hacerla de un día para otro. Una vez fría, desmoldamos nuestra tarta y la decoramos como más nos guste. El resultado, un exquisito postre con el seguro conquistas a tus comensales.